Cuando tenemos la necesidad de comunicar una idea a personas que vagamente conocemos o que nos conocen por primera vez, nos enfrentamos al reto de sobrepasar diferentes obstáculos que se interponen entre nuestro interlocutor y nosotros, y que disminuyen el impacto de nuestras conversaciones.
Los filtros mentales
Todos los mensajes que escuchamos pasan por un filtro mental que hace una interpretación de los sonidos que oímos, las posturas y gestos que observamos, e incluso, de experiencias previas en situaciones similares. Nosotros quisiéramos que nuestro mensaje llegara al interlocutor de manera clara y concisa, tal y como nosotros lo pensamos y con la intención que quisimos darle.
Sin embargo, hay muchas barreras o filtros que el mensaje debe pasar. Un filtro muy importante que puede ayudarnos o bloquear la efectividad de nuestra comunicación es la confianza. Muchas veces confiamos que esmerándonos en la manera en que formulamos nuestras conversaciones es suficiente para que nuestra comunicación sea efectiva, pero hay acciones previas que influyen en la experiencia de nuestro interlocutor y que definirán si contamos con su confianza y, por tanto, con una buena recepción de nuestro mensaje.
La inteligencia conversacional
La coach ejecutiva Judith Glaser nos muestra en su libro La Inteligencia Conversacional que existe una fórmula, en 5 pasos, a la que las personas pueden recurrir para crear confianza en sus interlocutores y eliminar aquellas barreras que se interponen en nuestra comunicación. Estos pasos son:
1. Estar presentes. Estar abiertos a los demás y en sintonía con el ambiente que nos rodea. La gente busca conectarse y si nosotros nos mostramos transparentes en nuestras intenciones, mandamos el mensaje de que no representamos un peligro y, por tanto, el otro podrá “bajar la guardia” y conectarse con nosotros.
2. Mostrarle a la gente dónde están parados. La gente necesita saber dónde están parados para eliminar la incertidumbre que los llevaría mal interpretar un mensaje por causa de temores creados a partir de no saber qué cosa esperar de nosotros.
3. Proveer el contexto correcto en cada comunicación. Una pintura con un marco se convierte en un cuadro diferente. Sin el debido contexto, el temor puede aparecer derivado de la confusión y la incertidumbre. El contexto inadecuado puede hacer parecer las cosas buenas como malas o viceversa. Proveer contexto ayuda las personas a entender.
4. Catalizar co-creando en conversaciones. Diseña tus conversaciones como un diálogo más que como un monólogo, de manera que tu interlocutor se sienta incluido y escuchado. Crea un mayor nivel de relacionamiento y co-creación de manera que la gente pueda construir una idea de pertenencia con respecto al mensaje que comunicamos y no como una imposición.
5. Sé honesto todo el tiempo. Nadie quiere decir verdades difíciles si es que éstas lastimarán a alguien o harán verlo mal. Así que la maquillamos, pero cuando la verdad tal cual es finalmente surge, el golpe es doble y daño mayor de lo que pude ser originalmente. Siempre di la verdad – con el tacto y contexto adecuados- que ayuden a asimilarla.
Estos 5 pasos pueden ser de mucha utilidad cuando la fortaleza de nuestras relaciones depende, precisamente, de tener conversaciones claras y positivas. Combinados con herramientas de coaching pueden aumentar significativamente la efectividad y el impacto de nuestras conversaciones hacia personas en nuestro ámbito familiar o laboral.
Si deseas conocer más sobre las herramientas que puedes utilizar para aumentar la calidad de tus relaciones, conoce más sobre coaching de vida o ejecutivo.