El departamento de Capital Humano o Recursos Humanos tiene la gran tarea de atraer el talento que la empresa necesita para su operación actual, y desarrollar el talento que sustentará el crecimiento a futuro.  Sin embargo, los programas de satisfacción de empleados  que se aplican para este fin, no siempre alcanzan su objetivo último que es elevar la productividad.   

De acuerdo al investigador Jacob Morgan, autor del libro The Employee Experience Advantage (Wiley 2017), en su artículo publicado en HBR.  Las organizaciones invierten millones de dólares en programas de motivación de empleados que, de acuerdo a sus estudios, dan un resultado temporal.  Cuando se desvanece el impulso del programa original, aplican otro, sólo para que se desvanezca un tiempo después, haciendo que los empleados se vuelvan escépticos a estos programas de incentivos.  Además, los resultados en términos de productividad son magros y no aseguran el crecimiento sustentable de la empresa.

Programas cortos contra programas a largo plazo

Las empresas que han logrado salir de la trampa de los resultados efímeros, son aquellas que se han enfocado a trabajar para el largo plazo.  Van más allá de los programas aislados (inyecciones de adrenalina) que tienen resultados efímeros y se concentran en desarrollar ambientes de trabajo que se vuelven una experiencia real de cultura organizacional para los empleados.  Crean un ambiente donde los empleados realmente quieren trabajar, en lugar de proveer únicamente lo estrictamente necesario para trabajar.

¿Qué comprenden dichos espacios que dan otra experiencia a los empleados?  A partir de diferentes entrevistas que Morgan condujo entre especialistas de RH, innovación, tecnología y diversidad en diferentes industrias, llegó a la conclusión que son tres los ambientes que más importan a los empleados.

Ambientes que realmente importan a los empleados e influyen en su satisfacción

El ambiente cultural.  Cómo el empleado comprende y aprecia el impacto de su contribución en los objetivos de la empresa y en la satisfacción de los clientes. Programas de retroalimentación en tiempo real sobre cómo el empleado vive la cultura organizacional y qué mejoras proponen.

El ambiente tecnológico.  Contar con las herramientas necesarias y correctas para desempeñar su trabajo.

El ambiente físico.  Cómo el espacio físico contribuye a su creatividad, convivencia con otros equipos y donde el mismo empleado interviene en el diseño su espacio de trabajo.

 

Morgan también encontró que apostarle a un solo ambiente, no reditúa.  Las empresas que invierten en experiencia del empleado en estos tres ámbitos están haciendo progresos en su productividad e incluso los resultados se notan en su valor de mercado.

 

Invertir en un ambiente adecuado para los empleados reditúa

En un análisis de 250 organizaciones, las que invirtieron en los tres ambientes de experiencia para el empleado superan a otras empresas que sólo se concentran en programas efímeros de satisfacción de empleados, con estos números:

Superan en 1.5 veces el valor de la remuneración a sus empleados que otras empresas.

Superan en 2.1 veces sus ingresos promedio a otras empresas.

Superan en 4.2 veces en rentabilidad promedio a otras empresas.

Superan en 2.8 veces los ingresos por empleado a otras empresas.

Superan en 4.0 veces la rentabilidad por empleado a otras empresas.  En consecuencia son organizaciones más pequeñas, pero más productivas.

Empresas enfocadas a su ambiente

Algunos ejemplos de estas empresas que aprecian la importancia de generar ambientes de trabajo positivos son LinkedIn y Accenture donde los empleados participan en eventos tipo hackathons donde desbaratan y vuelven a rediseñar las funciones del departamento de RH para atender sus verdaderas necesidades de mejor manera.  Airbnb trata al espacio físico como un software que puede reconfigurarse de diversas maneras a partir de las necesidades y propuestas de los empleados.  KPMG y el Zoológico de San Diego construyen historias acerca de su organización y que ayudan a entender a sus empleados cómo ellos contribuyen a la obtención de objetivos, y crean sentido de propósito y pertenencia.

 

Cada organización puede tomar el enfoque que más le convenga en cada uno de los ambientes que importan a sus empleados, y de acuerdo a sus posibilidades.  Lo que no debe suceder es quedarse estático o estancado en la aplicación de programas de satisfacción de empleados  que son efímeros y no dan resultados.

 

Si deseas conocer cómo tu empresa puede iniciar un programa de motivación a sus empleados teniendo en cuenta los tres ambientes que importan a sus empleados, acércate con nuestros especialistas.  Solicita una consulta gratuita .